Hoy es el Día Internacional de los Recursos Humanos.
Día que comenzó a celebrarse el año pasado y que este año nos pilla en un momento apasionante para este sector.
Apasionante porque debemos verlo como un momento de aprendizaje. Y esto lo vemos porque los que nos dedicamos de un modo u otro a los RRHH sabemos que nuestro lenguaje casi siempre es diferente al de otros sectores u otros compañeros y compañeras.
Cuando los demás hablan de crisis, nosotrxs hablamos de oportunidades y cambios. Cuando ellxs hablan de contratar, nosotrxs hablamos de acoger personas. Cuando hablan de ganancias monetarias nosotros le metemos la parte humana.
Esxs somos nosotrxs, las personas que trabajamos en Recursos Humanos. No nos quedamos en lo básico y sencillo, sino que siempre queremos darle una vuelta de tuerca y buscarle tres pies al gato para ver si eso nos genera alguna ganancia y un mayor bienestar.
Es importante, por tanto, celebrar este día, porque, en un momento como el que estamos viviendo, los y las profesionales de los RRHH tienen una tremenda responsabilidad, añadida a las muchas que ya se tienen en todas las épocas, y es velar por la tranquilidad y por el bienestar de los empleados y de los empleadores, desde una perspectiva positiva y enfocada, sin caer en el malestar que se transmite, en la desinformación o en el desánimo.
Y sabemos que es complejo, ya que no solo debemos realizar nuestro trabajo, sino que además debemos gestionar nuestras propias emociones tanto como personas como nuestras emociones en el ámbito laboral, pero debemos saber que nuestra oportunidad de mejora actual es mayor de la que nunca hemos tenido.
Proponemos, por tanto, unos objetivos globales que consideramos fundamentales en este momento de cambio de rumbo:
- Teletrabajo como elemento generador de bienestar y conciliación, y no como generador de doble jornada. Es fundamental saber que estar en casa teletrabajando puede generar el doble de trabajo, y que muchas veces la gestión de ciertas partes del trabajo puede llevar mucho más tiempo que si estuviésemos en la oficina. Por ello, debemos marcar tiempos claros de trabajo y tiempos de descanso. Debemos mostrarnos comprensivos con la conciliación, dar margen a los cambios de horario, ser flexibles; ya que sino generaremos el efecto contrario al pretendido y, como ya sabemos, una persona quemada, no es eficiente.
- Gestión de ansiedad y malestar psicológico generado por el COVID-19. Que nuestros empleados y nuestras empleadas estén bien, hace que toda la empresa esté bien. Por ello, desde RRHH debemos apoyarles y acompañarlos para que esto sea así. Según varios estudios, entre el 20 y el 30% de las personas vamos a pasar en algún momento por síntomas relacionados con la depresión y la ansiedad, por lo que debemos prevenir que, de estar ese porcentaje de personas entre nuestra plantilla, estén bien acompañados, para que su mejora sea más rápida y su sufrimiento el menor posible.
- Resolución clara de dudas generadas por esta situación. Crisis es sinónimo de mejora, pero también lo es de incertidumbre. Debemos tener lo más clara posible la información relativa a la situación. Lógicamente, esta será cambiante, pero debemos estar bien informados y transmitir la información con tranquilidad.
- Establecimiento de pautas para la mejora de las reuniones y de la implantación digital. Debemos aprovechar para hacer de nuestras reuniones un momento efectivo, rápido y productivo. En muchas empresas, las reuniones se eternizan, se repiten temas, no se llega a conclusiones. Además, estas se llevan a cabo siempre en el mismo lugar y a la misma hora, lo cual hace que haya que sincronizar agendas para estar en ese lugar. Este puede ser el momento para generalizar las reuniones en línea, haciéndolas más dinámicas y facilitando que cada participante se encuentre haciendo otras cosas en otros lugares. Volvernos más dinámicos, eficaces y flexibles. Ese debería ser nuestro objetivo constante.
- Autocuidado. Y, por último, debemos saber que nosotrxs también somos recursos humanos, y también somos importantes, y debemos autocuidarnos, ya que a muchos nos toca estar en momentos complejos, como puede ser la gestión de un ERTE.
Recordad, cuidémonos.
Mucho ánimo y feliz día.
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