Vivimos en un momento en el que queremos y debemos dar respuesta rápida a todo lo que se nos plantea, sin verificar si la información que estamos recibiendo es cierta o está manipulada.
Nuestra mente, tiende a ver el mundo mucho peor de lo que indican los datos. Tendemos a dramatizar, sin analizar ni evaluar, y a sacar conclusiones objetivas, sino que nos basamos en la mayor parte de los casos en nuestras creencias previas.
Nos movemos por pasiones inconscientes y por sesgos que hacen que seamos muy manipulables por nosotros mismos y por los medios de comunicación.
Por ejemplo, con respecto a estos medios de comunicación, se sabe que las noticias dramáticas llaman más la atención que las positivas, ya que nuestro cerebro está estructurado para la supervivencia, por lo que prestamos más atención a lo que percibimos como peligro.
Podríamos seguir dando ejemplos de como nuestro cerebro nos traiciona, pero es muy más interesante pensar en cómo conseguir desarrollar el pensamiento crítico para que esto suceda las menos veces posibles.
El pensamiento crítico es la capacidad de analizar la información que se tiene sobre un tema, evaluando los detalles y, finalmente, creando un propio criterio sin que aspectos externos intervengan en la decisión final.
El pensamiento crítico implica:
Análisis: debemos examinar, detectar y analizar las ideas.
Evaluación: buscar la veracidad de la información y evaluar los argumentos.
Inferencia: identificar los elementos de la información, consultar las pruebas y crear conclusiones.
Explicación: explicar de forma coherente los resultados.
Auto-regulación: autoevaluarse y corregirse.
Y estas habilidades las trabajaremos:
Promoviendo y animando a realizar nuevos descubrimientos, a tener curiosidad, a trabajar con ideas abstractas, ...
Enseñando a partir de la duda y no dando el resultado directo sin trabajo ni valoración.
Preguntando acerca de cuestiones que, en un principio, parecerían lógicas y obvias.
Pidiendo justificación y defensa de argumentos.
Fomentando la autonomía.
Autocuestionándonos y viendo que, cuando uno tiene la sensación de que siempre tiene razón, algo raro sucede.
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